Su Microbiota Intestinal: Donde Comienza Su Salud

La última novedad en temas de salud es la microbiota intestinal y su efecto en nuestro bienestar. Estoy segura de que han escuchado sobre ello en varias ocasiones, por eso se me ocurrió que sería una gran idea comenzar mi blog hablando de este fascinante sistema. Entonces, ¿qué exactamente es la microbiota intestinal? Creo que la forma más fácil de explicarlo es comparándolo con nuestro planeta. Nuestra Tierra es increíblemente diversa y consta de muy diferentes ambientes, como desiertos, pantanos y bosques. Cada uno de estos ecosistemas se mantiene en equilibrio, y cada planta y animal que viven en ellos contribuye a mantener el lugar en orden y prosperando. Nuestro cuerpo, especialmente nuestro intestino grueso o colon, es muy similar. Nuestro intestino es el hogar de 39 trillones de microorganismos, incluidos viruses, bacterias, hongos, arqueas (organismos unicelulares) y eucariotas microbianos. Estos organismos han evolucionado junto a nosotros y están especialmente adaptados para sobrevivir dentro de nuestro intestino.

Al igual que los diversos organismos en una selva mantienen ese ecosistema próspero, estos pequeños organismos en nuestro intestino juegan un papel crucial en mantenernos saludables. Un ambiente intestinal saludable es un caldo de cultivo para microbios beneficiosos. A medida que florecen, desplazan a otros microbios patógenos que causan enfermedades. Además, varios estudios han demostrado que una microbiota saludable puede ayudar a prevenir y combatir enfermedades ya existentes, como obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes, cáncer, trastornos autoinmunes, enfermedad inflamatoria intestinal y trastornos mentales y neurológicos.

La microbiota intestinal está significativamente influenciada por nuestro ambiente y hábitos. Esto es particularmente cierto para aquellos de nosotros que vivimos en lugares urbanizados y demasiado estériles. Cuanto más estéril es nuestra vida, menos diversa tiende a ser nuestra flora intestinal. Esto puede tener repercusiones a largo plazo para nuestra salud, incluido el aumento de la probabilidad de desarrollar enfermedades digestivas, inflamatorias y autoinmunes.

Ahora, esto no quiere decir que debamos vivir vidas insalubres, la limpieza es increíblemente importante, pero debemos permitir que nuestros cuerpos estén expuestos a diversas condiciones. El simple hecho de estar en contacto directo con la naturaleza parece tener un efecto positivo en nuestra microbiota intestinal.

También se sabe que nuestros primeros años de vida tienen una gran influencia en la microbiota intestinal. Varios factores influyen en el desarrollo de nuestra microbiota. Ejemplos de quienes influyen positivamente en ella son una buena salud materna durante el embarazo, nacer por parto vaginal, amamantar y tener mascotas. Por otra parte, tener pobre salud materna durante el embarazo, nacer por cesárea, tomar antibióticos perinatales, alimentar a los neonatos con fórmula y cualquier tipo de adversidad o trauma sufridos en la vida temprana, son ejemplos de situaciones que influyen negativamente en el desarrollo de nuestra microbiota intestinal.

Algunos de estos factores pueden hacernos sentir un poco desanimados, especialmente porque no siempre podemos elegir algunas de estas situaciones; pero hay muchos de ellos que podemos controlar y que tienen un efecto positivo en nuestra microbiota intestinal.

Hay cambios generales que se pueden hacer en nuestro estilo de vida para mejorarla, desde dormir lo suficiente hasta salir a la naturaleza y realizar actividad física regularmente. Sin embargo, uno de los más potentes elementos que influyen directamente en nuestra microbiota es nuestra dieta.

Los estudios muestran que una nutrición alta en proteínas animales rápidamente conduce a la flora intestinal a convertirse en microorganismos tolerantes a la bilis, como Bacteroides Spp. y Bilophila (el tipo dañino). En esta dieta basada en animales, se observó un aumento en Bilophilawadsworthia, lo que aumenta la producción de ácidos biliares, grasa en la dieta y el crecimiento de organismos capaces de desencadenar inflamación en el intestino. La dieta occidental estándar, que es rica en proteínas animales, alimentos procesados ​​y azúcares, ayuda a proliferar las bacterias que causan enfermedades. La conclusión es que, al sustentar en exceso nuestros microbios intestinales con alimentos procesados ​​y grasas animales, y no nutrirlos con suficientes alimentos vegetales ricos en fibra, estamos creando un ambiente hostil dentro de nuestro intestino y un caldo de cultivo para microbios inflamatorios y causantes de enfermedades. Nuestros microbios intestinales prosperan con la fibra (alimentos basados en plantas). La fibra vegetal es su mejor fuente de alimento, y en nuestras sociedades industrializadas, ¡simplemente no estamos consumiendo suficiente fibra que sólo se encuentra en las plantas!

Un estudio de Harvard, publicado en el Journal Nature en 2014, mostró que un cambio a una dieta basada en plantas produjo rápidamente en la microbiota intestinal un efecto protector, a la vez que disminuyó la inflamación en cuestión de días, lo que resultó en revertir la inflamación intestinal que había causado una dieta occidental.

Entonces, ¿qué medidas pudiéramos tomar para optimizar nuestra microbiota intestinal?

  1. En primer lugar, coma cada día una variedad de alimentos basados en plantas enteras, como frutas, verduras, legumbres, granos integrales, nueces y semillas.

  2. Elimine las carnes procesadas y evite las proteínas animales, especialmente las carnes rojas y los lácteos.

  3. Duerma de 7 a 8 horas de sueño reparador todas las noches.

  4. Haga al menos 30 minutos de ejercicios al día, o simplemente manténgase activo.

  5. Tenga conciencia de su estrés y tome medidas activamente para reducirlo.

  6. Expóngase a ambientes naturales!

 

¡El cuerpo humano se regenera y nuestra microbiota intestinal aún más! Debido a que la esperanza de vida de estos microorganismos es tan corta, pequeños cambios diarios en nuestro estilo de vida pueden conducir a alteraciones prontas y notables en nuestra microbiota intestinal, ¡incluso en unos pocos días! De algún modo, nuestro pasado no nos define y podemos comenzar de nuevo hoy. Cada día es una oportunidad para tomar las decisiones correctas y con ello vivir una vida más saludable.

¡Come bien y ámate a ti mismo! -Vanessa

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